Por Javier Ezequiel Del Ponte. Psicoanalista.
El arte de la vida, o, haciendo una inversión… el arte para la vida.
¿Qué es el arte? ¿El artefacto? ¿El Artificio? ¿La artesanía?
“Facto”, el facto es el hecho, ¿Lo hecho?, ¿El acto de realizar algo?
¡EL ARTE-ACTO!
Dejémoslo ahí, retengamos que ALGO se realiza, o mejor,
SE HACE REALIDAD; SE CREA.
Del lado del artificio, ¿me es lícito decir ARTI-FICCIÓN…?
EL ARTE FICCIÓN.
La ficción no es ilusión, es montaje, es creación de realidad.
Llegamos a la artesanía, y sin ser redundante repito: ARTE-SANÍA.
¿Será solo casualidad que la sanía, lo sano, sanar, sea sufijo del arte?
El arte-sano no es solo el hombre que construye arte, es un arte cuya propiedad esencial es SER sana. ¿Y si le pongo el acento?
El ARTE-SANÓ.
No dejemos de ir a lo femenino: la artesana: no se trata de la mujer artista (o no sólo), es la propiedad del arte: el arte…sana.
¿Por qué dije que el arte es PARA la vida?
Porque la vida carece de sentido, no hay nada más sin sentido que la vida. Pero sentir la vida es, consentir, escuchen: con-sentir… al con-sentido. ¡Claro! Darle sentido. ¿Cómo?
Con el arte-facto, el acto del arte que crea el artificio para que la vida sane con la artesanía:
La sanía de la ficción es siempre POR UN ARTE QUE SALE, QUE SURGE, DE LO MÁS SINGULAR DE CADA SER QUE HABITA EL MUNDO.
Su mundo, un mundo ARTECREADO.