Carne: músculos y tejidos
Favorecedores de sus proteínas, el potasio, y la vitamina B12. El hígado y las carnes magras combaten desarreglos nerviosos.
Pescado: colesterol y circulación
Las proteínas del pescado, el yodo, el selenio y el cobre de los mariscos son también indicados para una dieta equilibrada.
Frutos secos: piel y corazón
Mantiene la piel luminosa y un buen ritmo cardíaco.
Legumbres: músculos
La vitamina B1, el hierro y el ácido fólico evitan la anemia.
Cereales: energía
Son fuente de las vitaminas B1 y B6, ácido fólico, magnesio, hierro y selenio que alivian los nervios.
Frutas: cerebro y dientes
La vitamina C y K, el potasio y la fructosa inhiben las hemorragias y favorecen a los dientes y la actividad cerebral.
Hortalizas: vista y circulación
Las vitaminas C, E y K y la provitamina A (betacaroteno) son esenciales para la vista y los vasos
sanguíneos.
Lácteos: huesos y piel
Las vitaminas A (retinol), B12, el fósforo, el potasio y el yodo favorecen a la piel, los huesos y previenen los desórdenes neurológicos.
Verduras: piel y aparato digestivo
Las vitaminas B6 y K, el ácido fólico, el magnesio, el hierro y el yodo dan energías y la fibra favorece al tracto intestinal.
Huevos: colesterol y huesos
Aportan vitaminas A, B12 y D, refuerzan los huesos y la piel.